Cuan bajo a caído,
la humanidad en que nacimos.
Cuan fríos los corazones,
llenos de odio y hastío.
Intento rescatar de esta catástrofe,
a los que entren,
con un soplo ( casi divino)
en mi mirada.
Dar fuego que cobije,
a los que,
con corazón frío,
sobre llevan madrugadas.
Soy una mujer sensible,
que vaga por el mundo
llevando su corazón en las manos,
entregándose
a quien lo necesite...
A quien necesite un abrazo,
seré su ave, de paso,
quien necesite un verso,
seré la viva escritura,
quien requiera un sonido,
seré el canto
que apacigüe la duda.
Mi corazón es un niño,
que vive en inocencia,
mi alma es dulce flor,
que colorea mi presencia.
Mi mirada suave,
dolores humanos esconde.
He nacido en tierra santa,
que sufre el mal de una raza.
Una raza,
que se ha adormecido,
y ha borrado
su espiritual trascendencia.
Pienso,
en estas madrugadas de lluvia.
¿Dónde esconden sus cuerpos, tus hermanos?
Los que cobijan su olvido,
con sus brazos.
y recuerdan el diurno sol,
que ahora les cae en pedazos.
Soy mujer de paso ligero,
con corazón de humana coraza.
Vivo en quien me viva,
y soy,
para quien a su casa, me invita.
