Reconozco mi impaciencia,
debo esperar...
...esperar sin dejar de moverme,
alerta a lo que venga
siempre alerta...
sin perder la fé.
Alguién,
quizás...
venga a rescatarme,
de adentro...de lo más profundo...
una loba,
que me muestre su camino sin miedo a la oscuridad;
un hada,
que me enseñe sus alas, y a vivir sin miedo a caer...
una sirena,
que me lleve a lo profundo, y me muestre el renacer...
un mar,
un cielo,
un sol...con corazón..alma, vida...
Recibo y Agradezco
el abrazo que me da mi madre,
al permitirme caminar sobre sus caderas
al permitirme comer de sus frutos...
¿Qué he hecho para merecer tanta dicha?
¿Qué he de aprender de ésta vida?
me abro,
al amor,
a la herida,
a nuestra cicatriz...
la abrazo desde adentro,
profundo...
y con el alma
puesta en nuestra salvación...
caminamos juntos,
somos de los mismos...
nos cuidamos desde muchas otras vidas...
pero es ésta, la final...
tomaremos nuestras manos, de dimensión a dimensión..
sin barreras,
sin cuerpo,
ni nombres...
llegaremos a la semilla
infinita y sublime
de nuestra esencia...
¡LIBRES!
lo proclamo...
¡SIN CADENAS!
lo lucho...
sin limites,
ni dolores...
¿ A dónde irán nuestros miedos?
a donde a nadie toque...
